—No. The AI that moved the lizardman was studying my movements and enhancing its ability to respond to them with every second that passed. However, the moment that this unit was destroyed, the data was reset and it did not pass on to the unit that would be regenerated in this area. So in a sense, this lizardman was also alive — A single being unique to this world. “…right?” There was no way that it would have understood the word that I had muttered to myself, but the lizardman — a level 82 monster called «Lizardman Lord» — hissed and smiled, showing the sharp fangs that sprung from its long jaw. It’s reality. Everything in this world is real. There’s no virtual reality or any fakes of any kind. I shifted the one-handed longsword in my right hand parallel to the middle of my body and watched the enemy. The lizardman moved the buckler in his left hand forward and pulled the scimitar to his right back. A chill breeze blew into the shadowed dungeon and the flame on the torch shook. The wet floor softly reflected the flickering torch-light. “Kraaah!!” With a tremendous scream, the lizardman leapt. The scimitar drew a sharp arc as it flew towards me. A blinding orange light lit its trajectory; a high-class one-hit sword skill of the curved sword «Fell Crescent». It was a formidable charge-type sword skill that covered

-No. La IA que movió al hombre lagarto estaba estudiando mis movimientos y mejorando su capacidad para responder a ellos con cada segundo que pasaba. Sin embargo, en el momento en que esta unidad fue destruida, los datos se reiniciaron y no pasaron a la unidad que se regeneraría en esta área. Entonces, en cierto sentido, este hombre lagarto también estaba vivo: un ser único en este mundo. "…¿derecho?" No había forma de que hubiera entendido la palabra que me había murmurado a mí mismo, pero el hombre lagarto, un monstruo de nivel 82 llamado «Lizardman Lord» - siseó y sonrió, mostrando los afilados colmillos que brotaban de su larga mandíbula. Es la realidad. Todo en este mundo es real. No hay realidad virtual ni falsificaciones de ningún tipo. Moví la espada larga de una mano en mi mano derecha paralela a la mitad de mi cuerpo y miré al enemigo. El hombre lagarto movió el escudo de su mano izquierda hacia adelante y tiró de la cimitarra hacia su espalda derecha. Una brisa helada sopló en la mazmorra en sombras y la llama de la antorcha tembló. El suelo húmedo reflejaba suavemente la luz parpadeante de las antorchas. "¡¡Kraaah !!" Con un tremendo grito, el hombre lagarto saltó. La cimitarra dibujó un arco agudo mientras volaba hacia mí. Una luz naranja cegadora iluminó su trayectoria; una habilidad de espada de un solo golpe de clase alta de la espada curva «Fell Crescent». Era una formidable habilidad de espada de tipo carga que cubría